- Piensas que todo va a cambiar, ¿porque no?
Hoy soñé que todo era como antes, soñé que tu estabas frente a mí y me mirabas como solías hacer, ¿y después? Me sonreías te acercabas a mí y me besabas, sentía tu cuerpo sobre el mío, sentía tus manos, tu piel…
Me decías una y otra vez que siempre cuidarías de mi, ¿y yo?
Volvía a ser la misma niña ingenua, aquella que se enamoraba con las palabras, aquella que se creía todo y luego eran simples mentiras, ¿cambié? ¿No me ves? No soy aquella ingenua, no soy aquella a la que engañabas con la misma facilidad a la que un niño le quitas un caramelo ya no.
Primera reflexión que hice…
No volver a confiar en cualquiera. ¿Cuántas veces nos creemos todos esos te quiero? Es fácil decir te quiero, pero…
Eres consciente de que puede sentir esa persona cuando lo recibe?
Que vas a ser consciente si para ti el amor no existe, si para ti el amor es una burla, si para ti el amor es una pérdida de tiempo, si tú el amor lo compras con dinero…
¿Recuerdas cuando lloré por ti, cada lágrima? ¿Recuerdas cuando me rompiste el corazón en mil pedazos?
Porque yo sí, ¿tienes idea de cómo me sentí?
No, no creo… ¿y ahora? ¿Qué te arrepientes?
¿Sabes?
Tu mataste a la niña ingenua, la niña que confiaba en simples palabras, la transformaste en alguien con un corazón frío, un corazón de hielo, así se convirtió la niña feliz, la niña ingenua…
¿Me dices ahora que no tengo compasión? No tengo de las personas que tan solo saben hacer daño, de las personas que tan solo saben mentir…
Dicen que lo que no mata te hace más fuerte, creo que en cierto modo te tengo que dar las gracias, me hiciste más fuerte, pensaba que no saldría adelante pero lo hice, y el amor que te tenía tan solo se convirtió en odio, odio que alimenta mi corazón hasta hacerlo más fuerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario